El lunes 4 de octubre los servidores de Mark Zuckerberg cayeron. Tres de las redes sociales más importantes, a escala mundial son: WhatsApp, Instagram y Facebook. Estas estuvieron paradas aproximadamente unas 6 horas, sobre todo en el territorio europeo y norteamericano. ¿Cómo lo sufrió la sociedad?
Cómo es lógico no podemos generalizar la respuesta, pero sí que podemos hacer mención de los diferentes grupos de población que podemos encontrar.
¿Cómo lo sufrió la generación Z?
Un colectivo que vive rodeado de tecnología y constantemente conectado a las redes, una generación que lleva el móvil como si fuera una extremidad más. Durante las 6 horas de desconexión, los adolescentes se refugiaron en las plataformas de TikTok y Twitter, o bien chateando con los amigos por SMS. Este hecho supuso un vacío en su rutina, no saber qué hacer en ciertos momentos o simplemente está pendiente de las plataformas para poderse volver a conectar una vez volvieran las apps.
¿Y en cuanto a la generación millennial?
Esta es una generación que no se ha criado con estas plataformas, es una generación que generalmente no depende de las redes sociales para su día a día, a pesar de que las utilizan, no lo hacen con tanta frecuencia. Es una generación que sigue socializando en persona, que valora mucho más las acciones frente a frente. Durante la caída de las plataformas, esta generación no sufrió tanto como otras, sino que siguió con su día a día. Es una generación más adulta, más ocupada, que para ella, la falta de las redes no supone un impedimento a la hora de comunicarse con su entorno, sino una pequeña traba en algún momento de su día.
Si analizamos los hechos a gran escala, podemos ver que el futuro está en las redes sociales, puesto que es la forma de comunicarse de las nuevas generaciones, que el futuro está en las redes y su evolución.